Sólo una ilusión

Te perdono por no poder mirarme a los ojos y deslumbrarme con tu mirada, por no poder decirme las cosas a la cara y por no saber las cosas que me agradan. Por no hacerme olvidar las cosas sin importancia con tu sonrisa dorada y por no saber decirme cuanto me quieres o incluso cuanto me amas. Te perdono que a veces no estés, que a veces no me llames, que a veces ni me mires y que a veces no me beses.

Te perdono por no saber como hacerme sonreír en los momentos que son difíciles para mí, por no venir a buscarme cuando me quiero esconder de ti  Por no abrazarme cuando lo pido porque necesito que lo hagas, por no saber detener nuestras peleas con un beso y evitar las palabras y por no hacerme sentir especial cuando siento que todo me hace mal.

Te perdono por dejarme sola cuando más te necesito, por no irte cuando más te lo pido y por no quedarte a mi lado cuando quiero estar contigo. Por desconocer mis disgustos, por no saber darme consejos y por no poder adivinar mis pensamientos. Te perdono por no borrarme las lágrimas ni dibujarme sonrisas, por no quitarme las heridas y por no decirme lo que sentías.

Te perdono porque te amo; y aunque es todo lo que odio de ti, lo hago por una razón. Yo nunca te lo he dicho porque tú nunca me lo has pedido ni yo te lo he ofrecido; y la única razón para esto, es porque hasta ahora, tú nunca has existido.

Tu eres sólo una ficción, una fantasía, una alucinación. Te perdono por no haber venido, por no haberme seguido si es que alguna vez me habías querido. Te perdono porque yo tengo la culpa también, no te he buscado y a causa de eso no te he encontrado.

Te perdono. Y lo hago porque quiero que salgas de mi imaginación, porque quiero que dejes de ser sólo una ilusión.

Por Karen Ortiz